jueves, 29 de enero de 2009

Crónicas castrenses

Episodio I : el encuentro de dos mundos

Érase una vez un muchachillo de buenas costumbres y respetuoso de las leyes llamado (nombre y domicilio reservados), quien tuvo a bien celebrar su décimo octavo natalicio en el 2007, pero como se fue a vivir lejos de su blanca Mérida, postergó el cumplimiento de su servicio militar para un año después cuando hubo regresado. Vaya sorpresa la suya cuando enteróse de que participaría en el sorteo de las bolas sin importar que fuese remiso, así que con optimistas bríos acudió al lúgubre polifórum Zamná, y entre residuos de materia fecal y amenazas de motines fue partícipe de su cruel destino: tendría que marchar de todas maneras.

Después de dar mil vueltas y realizar varios trámites, llegó la hora de entregar la cartilla en la zona militar. Así que se embarcó para llegar a la avenida 42 sur esquina con casa de la chingada y el fin del mundo (a la vuelta de donde murió Tarzán). Al entrar a la base, sintió una especie de tranquilidad angustiante, como si hubiese entrado a un mundo regido por la negación y la imposición. Inmediatamente notó que este sitio era poblado por extraños humanoides prietos con costumbres poco usuales. Para empezar todos vestían telas verdes con manchas de píxeles en tonos más oscuros. Sospechó que sufrían de paranoia, pues se les veía portando armas como si se tratara de jícaras con agua. Tenían una mirada vacía y era evidente que no conocían el concepto de la alegría.

Pensó que estaba ante una raza en extinción que vivía aislada del resto de los humanos, pues su rencor era evidente. Trataban a los visitantes cual si fuesen los seres más zopencos del mundo, como si tuvieran la culpa de su declive. Otro dato interesante era la ausencia de especimenes con atributos femeninos. ¿Eran criaturas asexuales? No, ¡eran seres humanos! O bueno, alguna vez lo fueron, hasta que renunciaron a su individualidad, a su espontaneidad y a su iniciativa propia, y era lo que estaba apunto de sucederle a (nombre y domicilio reservados).

Nuestro confundido amigo no tuvo mucho contacto con los terroríficos zombies que se hacían llamar “militares”, pero fue suficiente para darse cuenta de que no quería convertirse en uno de ellos ni de formar parte de su enfermiza estructura social. No se respetaban entre ellos, y mucho menos lo respetarían a él. Y es que a pesar de que pudo abandonar aquellas instalaciones brevemente, quedó comprometido a regresar todos los sábados de 7:30 am a 1:00 pm el resto del año (2009) a recibir instrucción militar.

(nombre y domicilio reservados) había oído rumores de que aquellos seres conformaban el dichoso ejército de su país. La historia de esta organización se remonta a épocas inmemoriales cuando en una hermosa región de Mesoamérica, los indios aborígenes y los europeos se mezclaron formando un simpático país llamado Estados Unidos Mexicanos (México pa’ los cuates). Pasaron muchos años, y como todos eran idiotas, los extranjeros intentaban apoderarse de los territorios utilizando sus fuertes ejércitos. Entonces, los mexicanos decidieron formar su propia milicia reclutando a aquellos varones incautos que cumplían 18 años. Pasó el tiempo y pues como que los vecinos dejaron de echarle bronca (al menos bélicamente) a México lindo y querido. Pero por si las flys el servicio militar no fue cancelado.

Los años siguieron pasando, y las libertades individuales se pusieron de moda y todos olvidaron las viejas prácticas de la discriminación y de la imposición. A pesar de esto, el servicio militar se mantuvo vigente, aun cuando los ejércitos de los otros países eran muchísimo más poderosos y estaban organizados impecablemente, mientras que el de México pues como que era de nacos.

En resumen, el ejército de México daba pena ajena y (nombre y domicilio reservados) no estaba dispuesto a dejarse humillar por sus doctrinas neandertales. Sin embargo, toda la estructura burocrática estaba diseñada para tener que cumplirlo obligatoriamente y no existía ninguna fuerza capaz de cambiar este sombrío e inevitable destino al cual pocos han sobrevivido. ¿O sí?

Same Shit

November 30, 2008, 21:32

¿Se acuerdan cómo era la vida hace diez años? El misterioso y tan temido y esperado año 2000 se acercaba. Los backstreet boys eran de hecho unos chicos y el imperio de la white trash favorita de la cultura pop (Britney) empezaba a consolidarse. Estábamos en cuarto de primaria (aprox.) y era común que las mamás estuvieran embarazadas o con bebés. La inexistencia de Santa Claus y la muerte de Jack Dawson habían trastornado nuestras impresionables vidas. Aunque los robachicos habían pasado de moda, los aluxes seguían siendo un tema tan serio como la economía o la migración. Aunque la ciudad era físicamente más pequeña, todo estaba lejísimos. Los adultos eran un enigma... a veces eran buenos y a veces eran malvados, mejor había que mantener la distancia. Y en fin, ya no se me ocurren más cosas.

Pero bueno, aunque los niños de ahora son muy diferentes (chatean en el msn a los seis años, tienen iPods de tres mil pesos, usan Abercrombie, están familiarizados con la homosexualidad, se acuestan tarde, etc.) hay ciertas fórmulas que siguen siendo idénticas a las de nuestras buenas épocas de la infancia. Por ejemplo, cualquier mamá burguesita sin una Voyager era una loser y no la invitaban a los desayunos en la casa de la Yayis o de la Chulis. Hoy les pasa eso a las señoras sin una Sienna.

No se abrían las ventanas ¬¬


Toda la sociedad fue trastornada por cierta película que rompió cualquier cantidad de récords irrelevantes (aun cuando el final se conocía desde 1912). Hace unas semanas todos los lugares que no son un cine estaban vacíos porque todo mundo fue a gustar a un vampirito metrosexual.




Los pelos dorados , las camisas grandotas como de trailero, las voces raspositas y la cara de escuincle baboso de los hermanos Hanson tenían idiotizadas a todas las niñas. Ahora, las cejas de azotador, la ropa pegada a las nalgas, el peinado emo y las chapas de quinceañera de los hermanos Jonas son la locura.




Y qué decir de la onda vaselina. Era la onda. Sus letras vacías, sus ritmos sencillos, sus coreografías locas y su ropa colorida hacían cantar y bailar a cualquiera. RBD despertó una manía similar en la juventud contemporánea, ¿no?

foo qué miedo

Bueno, no se me han ocurrido más ejemplos Si alguien más conoce uno compártalo :)

Espaiderman

December 03, 2007, 17:49

Por favor lean esta nota que publicó el Reforma el jueves pasado:

Buscan a Spiderman en Yucatán
MÉRIDA, Yuc.- Con la idea de que Spiderman (el Hombre Araña) vivía en Mérida, dos niños sordomudos vinieron desde el Distrito Federal hasta esta ciudad en un viaje que se convirtió en toda una odisea.
Los pequeños Cristian y Luis, de 12 y 11 años de edad, respectivamente, tomaron dinero de sus familias y presuntamente abordaron unavión comercial que los trajo a Mérida, donde se dieron a la búsqueda de su héroe. Como no hallaron al mítico personaje, y al quedarse sin un peso, los niños le pidieron al encargado de un hotel que les permitiera hospedarlos, pero éste dio aviso a la Policía municipal. Cristian y Luis fueron entregados por policías municipales al Centro de Atención Integral del Menor en Desamparo (Caimede) del DIF estatal. Luego se supo que los niños habían sido reportados como extraviados por sus familiares del DF. "Por medio de un traductor, los dos niños dijeron que tomaron más de 3 mil pesos a sus padres y que vinieron a Mérida porque una persona -a la que no quisieron identificar- les había dicho que Spiderman vivía acá", reveló Silvia Campos, trabajadora social del Caimede. Los menores de edad, a través del traductor, dijeron que tomaron un vuelo de Mexicana el pasado viernes 23 de noviembre.

Bueno, están de acuerdo que un niño no puede comprar un boleto de avión así como si nada y luego sencillamente irse al aeropuerto (menos en esta ciudad de la muerte) para después subirse al avión. Eso no pasa en la vida real, a los menores de edad les piden que vayan acompañados de un adulto o mínimo que uno los entregue a la sobrecargo. Y el factor de inverosimilitud se duplica si tomamos en cuenta el hecho de que eran sordomudos!!! Y por lo visto, muy estúpidos también.

Bienvenidos los bienaventuraods

¡¡Machis qué fea está esta onda!! Pero ni modos, he sucumbido, así que deléitense con algunos textos clásicos de mi autoría y una que otra cosilla inédita.