sábado, 13 de junio de 2009

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9 Las fiestas infantiles
Ay los niños. Siempre listos para soltar algún comentario incómodo y/o para deshacerse de toda variante del orden. ¿Qué sería de nosotros sin ellos? (-pregunta retórica-). Si usted tiene niños, estos serán invitados a fiestas, no importa si son amigueros o antisociales, las fiestas infantiles las organizan la mamás. Cuando inicia el ciclo escolar, cada tutor es provisto de una lista con los datos de cada niño del grupo escolar de su hijo. Cuando una mamá está organizándole a su retoño un pachangón cumpleañero, utilizará los datos recavados en dicha lista para invitar a todos los condiscípulos de su vástago, así que no se sienta especial si invitan al suyo.

Las fiestas infantiles de la localidad son la muestra cuánto dinero (ganado por la figua paterna, obvio) está dispuesta una madre a gastar en su hijo, y se dividen en dos tipos: fiestas de día y fiestas de noche. Suelen organizarse en equipados y versátiles salones de fiesta, sin embargo siempre impresiona más alguien que tiene todo lo necesario en su casa1 (aunque haya costado lo que haya costado la renta del local).

Las fiestas de noche: son relativamente más tranquilas y por lo general se usan durante los meses no TAN calurosos del año. Son simples, los niños juegan, se marean y se golpean la cabeza hasta que empieza el show. Después todos “parten” a puño limpio la piñata, cantan “En un día Feliz”, cenan y luego se van.

Las fiestas de día: casi siempre son los viernes saliendo de la escuela y transcurren en el mismo orden que las anteriores, con la peculiaridad de que se usa el baño de piscina (los niños pueden pasar horas en el agua) para contrarrestar los efectos del abrasador calor de la ciudad.

Ahora, se preguntará cómo está eso del show, qué es eso que cantan, etc. Siga leyendo para saciar su sed de conocimientos.

Show: En la cultura maya, el masoquismo tuvo un gran auge. Los antiguos se hacían cicatrices y perforaciones, se agujeraban los dientes, se deformaban el cráneo, etc. Hoy en día la herencia ancestral incita a algunos contemporáneos a atormentarse a sí mismos vistiéndose de botargas en el calorón y soportando palizas infantiles. Por lo menos les pagan.

• Comida: Uno de los más suculentos patrimonios gastronómicos que aún permanece oculto para el mundo exterior, es el menú de las fiestas. Está conformado por arrolladitos sudorientos, gelatinas verdes con pasta y salchichas, y tamales con merengue de pastel.

• “En un día Feliz”: Ni los más sabios eruditos han podido deducir el origen de esta obra maestra que sustituye totalmente a las mañanitas. No la cuestione, sólo cántela. Practique, aquí está la letra: En un día feeeeliz, un niñito/ una niña naaaaació, que se llaaaaama fulanito/a y que seaaa feliz. Al partir su pasteeeel, un deseo piiiii-dió, que se cuuuuumpla el deseeeeo, y que seaaaa feliz, como una loooombriz, que se queeede coooooliz, que se vaaaaya por el bacín, y que saaalga en Paaarís.

Puede repetir la última frase cuando todos hagan pausa para tomar aire para conseguir resultados jocosos.

• Baúl de regalos: juega un papel fundamental. Es el espejo de la sociedad misma. Usted será juzgado y podrá juzgar según lo que cada quien deposita en su solemne interior.

• Las nanas: Las mamás que se llevan con la anfitriona (y que se ocupan más en chismear que en cuidar a sus chiquitos), o bien a las que de plano no les interesa asistir, dejarán a sus niños bajo el resguardo de las nanas. Estas despóticas entidades suelen robar dulces y reprimir tiránicamente cualquier amenaza a su autoridad. Tenga cuidado, sobre todo durante la piñata.


Bueno, si ya se siente muy salsa y está por organizarle a sus chilpayates una fiesta inolvidable, tome en cuenta lo siguiente:

• Compre MUCHOS dulces. No de los que les gustan a usted, y tampoco de los que cree que podrían gustarle a los niños, debe comprar de los que de hecho les gustan a los niños. Viértalos en una piñata rompible, pero no tan frágil.

• Si contrata un show, ni se lo ocurra que sea de la pequeña Lulú o de alguna otra cosa anticuada. Tiene que ser el del tema MÁS actual, el que se puso de moda hace cinco minutos.

• Hágale bailes a Chaac, a Tláloc o a su deidad de más confianza para pedir que no llueva ese día.

• Mantenga la calma y recuerde: de todas maneras las mamás de los otros niños siempre van encontrar algún pretexto estúpido para hablar mal de usted y hacerle el FO, así que mande al diablo sus opiniones y recuerde que lo más importante es que su hijo y los amigos de éste se la pasen de maravilla, para que veinte años después en un café se acuerden de todo y se mueran de la risa.




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1 Casa de ciudad, casa de la playa, terreno en el periférico, casa de los abuelitos dueños de la refresquera, etc.

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